martes, 5 de enero de 2016

El Décimo es Zidane

(Foto: elpais.es + photoshop)
Florentino ya tiene su paladín. Zidane es el nuevo entrenador del Real Madrid. Era casi un secreto a voces, o al menos eso parecía desde fuera. Rafa Benítez estaba "crucificado" desde hace meses. Nunca tuvo la confianza de los jugadores, de la afición y del que apostó por él, Florentino Pérez.


Sin esperanza poco se puede hacer. Ningún futbolista creía en el proyecto de Benítez, pero me da la impresión que tampoco hicieron por entenderlo. No es que defienda al técnico madrileño, pero no entiendo cuando se toman estas decisiones. Lo mismo ocurrió este verano con Ancelotti, y es que el Real Madrid, o mejor dicho, Florentino, se caracteriza por tener poca paciencia con los resultados.
Cierto es que el equipo parecía rácano en las facetas del juego e incapaz de hacer frente a rivales de entidad, pero lo que es verdad es que contra Villarreal, Atlético, Valencia y Sevilla, los blancos se pusieron por delante y no fueron capaces de aguantar el marcador favorable. Esta es una de las principales premisas de la idea futbolística de Benítez y no sé si no supo ejecutarla o los jugadores no quisieron aceptarla y buscar mejorar sus registros individuales sin pensar en el equipo.

La eliminación de Copa del Rey (se podría decir que por casos extradeportivos), el 0-4 del Barça en el Bernabéu, la mala relación con jugadores como James, Isco, Ramos o Cristiano, y el juego poco vistoso han sido la base de la tarta, que se ha ido endulzando con pequeños traspiés, para poner finalmente la guinda el pasado domingo en Mestalla.


Ahora, Florentino ya tiene su décimo entrenador. Zinedine Zidane coge el relevo en el banquillo. El francés solo ha entrenado en el filial merengue y no es que haya alcanzado unos grandes registros. Aún así, parece que tiene el permiso de todos los madridistas para encarar esta difícil situación. Un gran jugador, de los mejores de la historia, que todavía está escribiendo el prólogo de su andadura como entrenador. Puede ser demasiado pronto para Zidane, pero Florentino parece fijarse en lo bien que le ha ido a su eterno rival con entrenadores primerizos. Ejemplos claros son los de Guardiola o Luis Enrique, pero claro, para ello, estos entrenadores tuvieron que quitar las malas hiervas del vestuario.
El nuevo técnico tiene mucho trabajo por delante. Parece que la relación con los jugadores no va a ser un impedimento, pero su principal asignatura es ser entrenador. No es lo mismo jugar al fútbol, que dirigir un equipo. Esta última opción de Florentino puede salir muy bien, pero también puede masacrar la imagen de Zidane. Pero ya sabéis, el fútbol es impredecible.

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