domingo, 6 de diciembre de 2015

Reflexiones de la jornada 14

Foto: elperiodico.com / Diseño: Íñigo Renedo
El Barcelona ha permanecido inmaculado, pero ayer Mestalla fue un hervidero que consiguió quitar el aureola al conjunto blaugrana. Un Valencia reconvertido supo jugar sus cartas ante un Barcelona que mereció más que el empate

La primera mitad fue un asedio a la fortaleza de Jaume Domènech. La MSN funcionó como siempre pero la puntería no estaba calibrada. Solo Luis Suárez consiguió golpear (en fuera de juego).

El uruguayo luchó con Abdennour, Neymar desequilibró y Messi lo intentó, pero el Valencia notaba el cambio de aires. Con un Barça sin fortuna, el conjunto ché se sacrificó. Vezo recuperó su mejor versión, perdida en gran parte de la temporada. Danilo mostró su portento y oxigenó a los suyos. Y ahí aparecía la figura de Alcacer. El delantero se filtraba entre el tridente defensivo del Barça (Mascherano-Busquets-Piqué) acercando el gol para el equipo local.
El técnico interino, Voro, indicó el camino a Gary Neville, quien vio el partido desde la grada. Generosidad. Esa es la palabra que inculcó. La lucha final fue recompensada con el tanto de Santi Mina que hizo hincar la rodilla al líder. 

Por su parte, el Real Madrid se lavó la cara. Dejó de lado la lluvia de problemas que encharcan la entidad y se pusieron el mono de trabajo. La BBC actuó y en media hora dejó agotado al GetafeAsimismo, el Atlético también se aprovecha del tropiezo del Barcelona que venció con Godín y Griezmann al Granada. Los madrileños se acercan al que parecía inalcanzable. El Barça es humano.

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